miércoles, 31 de enero de 2018

La clonación de monos es “ineficiente y peligrosa”

Los expertos reaccionan con cautela ante la creación de primates en China

Los dos macacos clonados por científicos chinos. AFP / ATLAS
La clonación de dos primates anunciada este miércoles por científicos chinos ha resucitado el debate sobre si será posible algún día crear copias exactas de un humano. Los autores de la investigación han sido los primeros en asegurar que en ningún caso se están planeando hacerlo, en parte porque “la sociedad no lo aceptaría”.
Hay varios detalles en el estudio publicado que muestran lo terrible que sería usar este método para clonar personas. Hasta ahora había sido imposible clonar primates con la técnica de transferencia nuclear, que en 1996 permitió crear a la oveja Dolly, el primer mamífero clonado. Este animal era una copia exacta de otra oveja obtenida a partir de una de sus células, cuyo núcleo con toda la información genética para generar un nuevo individuo se introdujo en un óvulo vaciado y se implantó en el vientre de otra oveja que hizo las veces de madre. Hasta ahora todos los intentos de reproducir esto en primates habían fracasado porque la genética del embrión parece resistirse a adoptar del todo el ADN injertado. Los científicos del Instituto de Neurociencias de la Academia Nacional de Ciencias China han usado factores epigenéticos que modulan la actividad genética para evitar la resistencia a la clonación, aunque aún con una tasa de éxito bajísima que deja por el camino muchos embriones destruidos y decenas de nacimientos fallidos por abortos, malformaciones y otros problemas.
Al combinar varios métodos para aumentar la eficiencia de la reprogramación celular, los autores pudieron obtener dos descendientes aparentemente sanos a partir de 79 embriones clonados usando células fetales como el donante del núcleo. Cuando usaron células adultas también tuvieron dos animales recién nacidos, pero no sobrevivieron mucho tiempo e hicieron falta 22 embarazos, 20 de ellos frustrados. Estos resultados apuntan a que es más difícil clonar individuos adultos, lo que podría ser uno de los objetivos más interesantes de una hipotética clonación de humanos, y al alto precio a pagar por ello.

"Si bien lograron obtener macacos clonados, las cifras son demasiado bajas para llegar a muchas conclusiones, excepto que sigue siendo un procedimiento muy ineficiente y peligroso”, explica Robin Lovell-Badge, investigador del Instituto Francis Crick de Londres. Este estudio "no es un paso clave para obtener clones humanos nacidos vivos”, resalta. “Hacer esto claramente sigue siendo una tontería, sería demasiado ineficiente, demasiado inseguro y no tiene sentido. Los clones pueden ser genéticamente idénticos, pero estamos lejos de ser solo un producto de nuestros genes ", añade el investigador en declaraciones a Science Media Centre.
Los investigadores chinos creen que clonar monos es un avance científico. Lo más importante de los dos macacos cangrejeros (Macaca fascicularis) logrados con esta técnica es que son idénticos genéticamente. Esa homogeneidad facilita mucho la investigación de nuevos compuestos terapéuticos, pero conseguirla normalmente requiere cruzar diferentes linajes de ratones durante muchas generaciones, lo que en monos no sería viable debido a los tiempos de gestación más largos. Solo cinco de cada 5.000 nuevos compuestos que llegan a la fase de ensayos preclínicos llegan a probarse en humanos y solo uno de cada cinco resulta seguro y efectivo, según datos de la industria farmacéutica. La inmensa mayoría de esos ensayos preclínicos se hacen en ratones y en una parte de ellos la heterogeneidad genética de los animales puede ser la culpable de que una molécula no muestre resultados interesantes. Usar animales con un cerebro mucho más parecido al humano e idénticos genéticamente puede facilitar este tipo de ensayos para conseguir fármacos para enfermedades mentales, argumentan los autores del estudio.
Los beneficios de esta técnica para la ciencia son "claros", dice un genetista
“Los beneficios de este enfoque son claros”, opina Darren Griffin, profesor de genética de la Universidad de Kent. “Un modelo de primates que pueda generarse con un fondo genético conocido y uniforme sería indudablemente muy útil en el estudio, la comprensión y el tratamiento de las enfermedades humanas, especialmente aquellas con un elemento genético. Ahora se debe prestar una cuidadosa consideración al marco ético bajo el cual dichos experimentos pueden y deben operar. La investigación en primates ya está altamente regulada y, por lo tanto, parece probable que el proceso no se use ampliamente, y solo cuando no haya alternativas viables. El optimismo cauteloso es mi respuesta personal a este estudio”, añade.

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