Obtenido un virus de gripe con alta mortalidad y capacidad de transmisión
El experimento, en cobayas, combinó genes de la gripe A de 2009 con la aviar de 2003
Pretende adelantarse al riesgo de recombinación en la naturaleza
Emilio de Benito Madrid 3 MAY 2013 - 14:31 CET91
Guardar Un laboratorio de Harbin, al noreste de China, guarda en sus instalaciones el patógeno perfecto: combina la elevada letalidad del virus de la gripe aviar de 2003 (el H5N1) con la facilidad de transmisión –al menos entre cobayas- del de la que se denominó nueva gripe o gripe A de 2009, un H1N1. El trabajo que da cuenta del experimento lo ha publicado Science, y ha sido rápidamente replicado por Nature.
En concreto, el estudio de la investigadora Chen Hualan ha tomado el H5N1 como base, y le ha ido introduciendo genes del H1N1. Ella lo ha hecho en laboratorio, pero la idea es que es algo que puede suceder en la naturaleza si ambos virus coinciden en un mismo huésped (una persona o un cerdo, por ejemplo). Y eso, destacan los autores, no es tan raro. Aunque parezca olvidado, el H5N1 no ha desaparecido. Ha provocado un auténtico desastre en las granjas del sureste asiático con millones de aves muertas y otras tantas sacrificadas, y llevaba, según el último recuento de la Organización Mundial de la Salud del 26 de abril, 374 fallecidos desde 2003 (13 de ellos este año), con una letalidad (proporción de muertos por infectados) del 59,6%. Por otro lado, el H1N1 ya demostró su capacidad de propagación en 2009, cuando de un foco en México se expandió a todo el planeta en tres meses. Tanto, que aún sigue circulando y, por ejemplo, forma parte de los virus contra los que se fabrican vacunas de la gripe cada año desde entonces, incluida la prevista para el invierno de 2013.
Lo que ha hecho Chen ha sido intercambiar genes enteros del H5N1 por los del H1N1 y creó hasta 127 virus recombinantes. Este proceso es habitual en la naturaleza, y es una de las maneras en que los virus se adaptan y modifican (la otra es por medio de mutaciones). Los virus, como las bacterias, son organismo relativamente sencillos. Los de la gripe solo tienen ocho genes, y son bastante promiscuos: cuando coinciden con un congénere, se interrelacionan. En el mundo de los virus eso quiere decir que comparten material genético.
La investigadora China luego utilizó sus ejemplares para infectar cobayas, y midió con qué facilidad el virus se transmitía de los roedores afectados a los sanos. Así pudo delimitar que bastaba que el H5N1 original intercambiara dos genes concretos con el H1N1 para convertirse en fácilmente transmisible. Y no hacía falta que el intercambio fuera de ambos a la vez; bastaba con que lo hiciera con uno u otro. Esto parece una mala señal: es la recombinación (el nombre que se da a este trasiego de genes) más sencilla.
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